Mejorar la circulación y el espacio

Si bien el diseño original en forma de U era funcional ya que mantenía todo a mano, resultaba poco práctico cuando se quería acceder al otro lado de la cocina, pues había que bordear toda la barra.

Después de varios diseños, la solución que se planteó fue sustituir esta barra por una isla, pues ofrece una mayor superficie de trabajo, al mismo tiempo que mejora la movilidad y una sensación de mayor espacio de la cocina.

Look moderno con reminiscencias clásicas

Aunque en el look ochentero predominaban los tonos marrones y beige con acabados de pino y laminados, hoy las opciones de acabado varían enormemente, desde paneles de aluminio hasta colores sólidos, superficies texturizadas, maderas en bruto… las posibilidades son infinitas.

El estilo que buscábamos debía transmitir modernidad pero al mismo tiempo integrarse en el contexto de una vivienda clásica, entendiendo «clásica» no como vieja, si no como modelo tradicional, y dentro de un presupuesto contenido.

Para lograr nuestro objetivo nos decidimos por tonos claros, donde predomina el blanco el gris, frontales de estilo provenzal y encimera laminada mate biancoccino, inspirada en piedra para darle un toque de sofisticación.

Maximizando el almacenamiento

Aunque la cocina original tenía un espacio de almacenamiento razonable, lo maximizamos aún más con soluciones inteligentes y de diseño, como cestas extraíbles y cajones con separadores, mejorando así la organización y facilitando el acceso a los elementos cotidianos.