Esta casa, con alma rockera y acabados de moda, es una mezcla de estilo y atención al detalle, todo aderezado con colores antracita.

La reforma, impulsada por la necesidad de redistribuir los espacios interiores del apartamento, giró en torno a la creación de un amplio y luminoso espacio diáfano, situado en la entrada de la vivienda.

El color gris sirve como hilo conductor, se encuentra tanto en el suelo porcelánico rectificado, que mejoran la luminosidad interior y la percepción del espacio, como en el mobiliario del salón, cocina, baño y dormitorio. Para ganarle espacio al apartamento, se decide integrar el recibidor, la cocina y el salón, y dividir estos últimos con una península que equipa una cómoda placa de inducción, una barra de madera de estilo americano y tres taburetes de diseño en colores mostaza.

Dormitorio ecléctico, baño con carácter

Continuando hacia la zona de noche, se encuentra el dormitorio doble, con la pared de la cama retroiluminada por tiras de LED integradas en el falso techo, y un amplio baño, conectado directamente a la terraza. En este ambiente destacan los contrastes de color; sanitarios blancos, azulejos negros y grises, mueble negro y lavabo blanco. El punto fuerte es el revestimiento elegido para la ducha: un gres porcelánico efecto madera envejecida con tonalidades oscuras, perfecto para representar plenamente el carácter del apartamento.